Tierno Babú...

Babu se ha quedado en Bardia. Dormido tranquilo a las puertas del templo. Pequeño, delgadito, herida su patita delantera y vacía la cuenca del ojillo derecho. Tan dulce, tan bueno que a mis caricias se ha recostado deleitándonos ambos x el mutuo contacto. ..Ha cerrado su único ojo y se ha dejado hacer; yo he cerrado los míos tb...Babu,el pequeño Alonso, como él, con su corbata blanca y cola rizada como un gracioso caracol, tierno y dócil. Abro los ojos y contemplo tendido, relajado, disfrutando de mis caricias. Y recorro con la mirada su cuerpecillo pequeño y lacerado de cicatrices, con calvas,aún con todo le brilla, no está tan mal como otros perros con los que me voy cruzando cada día por las calles de ya sea Nepalgunj, Butwal o Lumbini, que van cosidos a arañazos, bocados, heridas y marcas varias,  sarnosos muchos, cojos, temblequeantes, escuálidos, comidos a pulgas y garrapatas, miradas cansadas, asustadas, escépticas, estresados por vivir entre tanto ruido y polvo...y me alegra que Babu-así le he bautizado, "Niño" en nepalí- se quede a las puertas del templo de Bardia, donde puede jugar con otros perros y otros niños, allí donde parece que el tiempo se ha detenido y el paisaje, sin ser excepcionalmente bello, te deja arrebolado por su equilibrio perfecto, o casi, entre hombres y bestias, entre progreso y naturaleza salvaje. Hermoso paraje en el que respiras en paz, lleno, y la vista se pierde en los azules, verdes, ocres y amarillos de sus atardeceres. Y te puedes dejar llevar de la mano de un puñado de pequeños que nos salen al paso y nos brindas sus sonrisas y sus "namastés", o perderte de noche en la jungla sabiendo que nada va a pasar...Y digo adiós a Babu haciéndole cosquillas tras las orejas y deseándole suerte, aunque ya la tiene, a pesar de su cojera y su medio ojo, ya la tiene, se queda en un paraíso en la tierra...